Presidencialismo, concepto y características

Presidencialismo

 El presidencialismo es un sistema político que se ha desarrollado principalmente en los países de América  a excepción de Canadá. La influencia del presidencialismo viene de Estados Unidos. Algunas de las características son:

a)         Se contrapone al parlamentarismo dado que   se concentra un poder extraordinario en el presidente por sufragio universal directo (excepto Estados Unidos en el que el sufragio universal es indirecto).

b)         El Presidente es Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. Nombra y destituye por voluntad propia a sus consejeros (secretarios o ministros).

c)          Aunque hay división de poderes: Legislativo, Judicial y Ejecutivo, no hay un sistema de pesos y contrapesos.

d)         El Ejecutivo no es responsable políticamente ante el Congreso; es decir, éste último no puede, como ocurre en el régimen parlamentario, hacer dimitir al Gobierno por el Voto de Desconfianza. En contrapartida, el Presidente no puede disolver el Congreso.

Los miembros del Gabinete no son nombrados necesariamente de entre los miembros del Congreso.

e)         El Presidente tiene más peso sobre los otros poderes e interviene en ellos debido al poder  exacerbado que tiene.

f)            El Ejecutivo tiene veto ante el Congreso, como también iniciativa de ley.

g)          El Congreso es quien aprueba el presupuesto del Gobierno.

 

Según Carpizo,[1] las características del sistema presidencial son las siguientes:

a)         El poder ejecutivo es unitario. Está depositado en un presidente que es, al mismo tiempo, jefe de estado y jefe de gobierno.

b)         El presidente es electo por el pueblo  y no por el poder legislativo, lo que le da independencia frente a éste.

c)          El presidente nombra y remueve libremente a los secretarios de estado.

d)         Ni el presidente ni los secretarios de estado son políticamente responsables ante el congreso.

e)         Ni el presidente ni los secretarios de estado pueden ser miembros del congreso.

f)      El presidente puede estar afiliado a un partido político diferente al de la mayoría del congreso.

g)    El presidente no pude disolver el congreso, pero el congreso no puede darle un voto de censura.[2]

 




[1]CARPIZO, Jorge. El presidencialismo mexicano. México, Ed. Siglo XXI, 1994, p. 15.

[2]Carpizo, Jorge. Op. cit., p. 121.





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